Los gobiernos deben impulsar y financiar los proyectos diseñados por los jóvenes de las localidades rurales.
Tecpan-La ambientalista guerrerense, Nansedalia Ramírez Domínguez, quien representó a los jóvenes de Mesoamérica en la pasada Conferencia del Cambio Climático de la ONU (COP26), celebrada en Glasgow, Escocia, afirmó que los gobiernos deben impulsar y financiar los proyectos diseñados por los jóvenes de las comunidades rurales y serranas orientados al cuidado y preservación del medio ambiente, como parte de la lucha para frenar el cambio climático en el planeta.
Generalmente las autoridades no hacen caso a los proyectos que elaboran los jóvenes en materia ecológica, y cuando lo hacen siempre es a jóvenes de ciudades o comunidades grandes que poco conocen la realidad del problema, a diferencia de los que están en las zonas rurales o en la sierra dónde se convive con la problemática a diario, afirmó.
"Son ellos (los jóvenes) los que sufrirán los efectos negativos en el ambiente si las cosas continúan igual, por eso se debe trabajar en crear, difundir y aplicar la cultura de la preservación y cuidado del medio ambiente desde hoy para ver los resultados a futuro, que es algo que no sucedió en décadas pasadas, por eso las generaciones actuales poco hacen en favor de la ecología", puntualizó la coordinadora de los jóvenes de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
La ecologista, originaria del ejido de Cordón Grande, en el municipio de Tecpan, asentó que el problema ambiental se acentúa más en los países pobres de África, Asia y América Latina, dónde son pocos o casi nulos los recursos que los gobiernos locales o municipales destinan para financiar proyectos ambientales, dónde los jóvenes juegan papeles protagónicos, pero que al ver que sus ideas no son apoyadas terminan por desentenderse del tema y se hacen a un lado.
Indicó que en su intervención en Glasgow expuso cinco demandas: el reconocimiento del derecho territorial, es decir, que los pueblos, a pesar de estar asentados en un territorio, no son dueños del éstos y eso hace a los habitantes vulnerables.
El derecho de los pueblos a ser consultados cuando se planee un proyecto en sus territorios, que es algo que actualmente no sucede, y como ejemplo citó el caso del tren maya, dónde las comunidades de la región no fueron tomadas en cuenta para saber si están de acuerdo con la mega construcción.
La tercer demanda, abundó, es la que se refiere a que los recursos que se acuerdan invertir para el cambio climático en eventos como el de Escocia, no se destinen a gobiernos, empresas u organizaciones sino directamente a los pueblos, porque éstos son los más interesados en preservar su entorno ambiental.
Agregó que la cuarta demanda se refiere a que las autoridades protejan a los defensores del medio ambiente, para que éstos no sean asesinados o reprimidos. Y finalmente, añadió, la quinta demanda va enfocada a lograr el reconocimiento del conocimiento tradicional de los pobladores originarios.
Por último asentó que mientras siga la indiferencia hacia los jóvenes la cultura de la preservación avanzará lentamente y continuarán los efectos negativos en el clima.
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