La democracia se logra desde abajo.
La democracia se logra desde abajo.
Organizar al pueblo para que el pueblo pueda transformar su realidad, respecto a lo que quiera, es una idea olvidada que ha caído en desuso y hasta hay a quienes aterroriza, porque es una de las ideas más subversivas qué se pudieran expresar en estos tiempos.
Por ello, permanentemente, por todos los medios disponibles y de distintas maneras se insistente en desacreditar a las formas de organización social y política especialmente si estás formas sociales pretenden adquirir registro como partido político.
Por alguna razón, los grupos que llegan al gobierno, aún cuando accedan a éste como resultado del esfuerzo colectivo organizado de ciudadanos, se vuelven contrarios y hasta enemigos de los intentos organizativos de sectores de la sociedad. De candidatos hablan de un gobierno del pueblo y para el pueblo; cuando son gobernantes gran parte de su esfuerzo y recursos lo articulan para desactivar movimientos, sobornar dirigentes, corromper asociaciones, uniones y partidos políticos.
Hoy en día, la labor para fortalecer y alentar la desorganización va ganando adeptos, el antipartidismo es un proceso creciente, igualmente el antisindicalismo. A la lucha se le llama politiquería; el ejercicio de votar se ha corrompido; al voto se le ha dado el precio de una baratija. En ello participan todos los partidos que debieran ser escuelas de ciudadanía.
En un concepto amplio el partido político es una asociación de personas qué compartiendo las mismas ideas se disponen a luchar por la toma del poder político en su país o en el territorio donde actúan.
En otro concepto más estrecho, las leyes mexicanas restringen la figura de los partidos políticos, o el uso de la denominación de partidos políticos, únicamente a los registrados ante las autoridades electorales. Pero especialmente éstos, han sucumbido al encanto del dinero y el activismo electorero improductivo.
No hay partido que escape a los señalamientos de corrupción; no hay partido que se escape al señalamiento de un manejo arbitrario de sus asuntos internos; no hay partido político nacional que no sea señalado por sus prácticas internas oscuras, y junto con ello, corre el desprestigio de la política desde los grupos económicos poderosos de este país llevando al pueblo se aleje del concepto de la política, se vuelva apático, y repudie toda forma de participación política con el consecuente empobrecimiento de la lucha por la democracia real. Por eso hoy tenemos gobernantes mediocres e ineficientes.
El trabajo voluntario de los militantes de los partidos es prácticamente nulo todos cobran es más el ejercicio de ir a votar se ha corrompido a tal grado de que prácticamente una gran cantidad de ciudadanos cobran por votar al candidato que mejor pague.
Los militantes de partidos han desaparecido, los dirigentes ya no existen; a los a los miembros del partido los jefes de los partidos les llaman canicas. Hay que decirlo: la desorganización, la apatía política, la ignorancia, la pobreza ideológica y política, la miseria democrática y otras cosas son caldo de cultivo para que el pueblo acepte que se instauren gobiernos de ínfima calidad.
Por ello, la tarea de construir y registrar nuevos partidos políticos como en el caso de Guerrero donde más de 10 organizaciones de ciudadanos pretenden alcanzar su registro de partido estatal es de llamar la atención y absolutamente loable. No porque nosotros participemos o simpatizamos con alguno de estos proyectos, como es el caso del Partido de la Sustentabilidad Guerrerense, sino porque reconocemos que varias de estas organizaciones son esfuerzos auténticos de ciudadanos libres que merecen el reconocimiento y lograr la representación que refleje el mosaico plural de nuestro estado.
Buscar asociar ciudadanos que compartan las mismas ideas, que realicen trabajo voluntario para desarrollar la conciencia de sus militantes, pero además, para enseñarlos a producir lo que ellos mismos necesitan, enseñarlos a gestionar y a luchar; para que conozcan sus derechos, para junto con ellos descubrir que realmente pueden adquirir la capacidad de transformar, es una tarea que con el acompañamiento del IEPC Guerrero, enriquecerán la vida de éste pueblo.
Opinión de Daniel Campos Caravallido.
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